Si algo no le sale bien a la primera, mi hijo se frustra.

 

¿Has escuchado que tu hijo grita ¡no puedo hacerlo! y comienza a llorar cuando sus esfuerzos no tienen el resultado que esperaba? La tolerancia a la frustración aumenta con la madurez, a medida que crecen los niños van aprendiendo a enfrentarse a los problemas. Sin embargo algunos niños tienden a desanimarse rápido y no perseverar.

Si tu hijo se agobia frecuentemente, ayúdalo a sobrellevar esta situación, detectando las causas y practicando nuevas formas de reaccionar ante ellas.

Responder  cómo padre o madre estas preguntas te ayudarán a identificar la causa del problema.

  1. ¿Está tu hijo demasiado cansado? asegúrate que descanse lo suficiente, ya que todo se ve más difícil cuando no tienes la energía necesaria.
  2. ¿Tiene un horario demasiado ocupado? revisa las actividades programadas diariamente para tu hijo, quizás sienta mucha responsabilidad.
  3. ¿Tu hijo es perfeccionista? algunos niños se fijan metas muy altas que les genera mucha presión. Otros, tienen miedo de pedir ayuda para alcanzarlas.
  4. ¿Se encuentra bajo mucha presión para triunfar? algún familiar, maestro o entrenador le está exigiendo demasiado. Presta atención a los mensajes no verbales que le haces y hacen llegar a tu hijo quienes lo rodean.

Tu objetivo como padre o madre es lograr que el niño se sienta bien consigo mismo y al mismo tiempo se de cuenta que si intenta las cosas con ganas, recibirá una recompensa. Asegúrate de alentarlo para que tenga confianza en sí mismo y pueda intentarlo varias veces si es necesario hasta que logre su objetivo.

Puedes enseñarle:

  • Técnicas de relajación
  • Enseñarle palabras positivas para auto animarse
  • A pedir ayuda cuando lo necesite

Mi consejo es que cuando tu hijo reaccione con frustración ante alguna situación, le muestres una alternativa para realizar la tarea o la actividad para que la pueda lograr. Ya sea ponerle un banco si no alcanza, simplificar las reglas de un juego o aumentar el tiempo para hacer tarea.

Pero ojo, recuerda que si los padres somos algo desesperados, damos portazos, decimos groserías y perdemos la paciencia a la primera en el día a día. Los niños van a tener buenas razones para hacer lo mismo. Sé un buen ejemplo para que tu hijo le haga frente a las presiones con éxito.

 
Fuente: lalabumapp.com
 
 

SUSCRÍBETE A NUESTRO BOLETÍN

KIDS EMOTION
Una Revista muy Padre