¿Cual​ ​es​ ​la​ ​edad​ ​ideal​ ​para​ ​emprender?

Introducción

La edad es un factor natural, pero sobre todo cultural, que condiciona muchas de nuestras decisiones y expectativas. Por momentos pareciera que hay una especie de calendario universal donde están marcadas las cosas que debemos hacer y las edades recomendables para hacerlo.

Las personas creen, por ejemplo, que hay una edad para estudiar, otra para divertirse y experimentar, una más para casarse o independizarse y así sucesivamente. Si uno sobrepasa esos lapsos de tiempo se ve expuesto a críticas o comentarios que tienen como base un prejuicio y una expectativa​ ​social,​ ​e​ ​incluso​ ​de​ ​género.

Afortunadamente, cuando de emprender se trata, parece no haber, aún, una edad esperada o establecida. Y es que entre emprendedores no hay una edad promedio de inicio: están los que empezaron desde muy jóvenes y otros que tuvieron alguna revelación o cambio de percepción en una edad adulta y decidieron dejar muchas de​ ​sus​ ​seguridades​ ​para​ ​arriesgarse​ ​a​ ​emprender.

Desarrollo

Nosotros, por nuestra parte, creemos que no hay recetas ni garantías sobre nada y que muchas veces las cosas pasan por factores y condiciones mezcladas que escapan a nuestra percepción y que sin embargo nos determinan profundamente. Sin embargo, y de esto estamos muy seguros, consideramos que la infancia y la juventud son etapas importantísimas del desarrollo humano pues es en ellas donde uno forja la personalidad y la actitud frente al mundo. Por ello, creemos que es a temprana edad cuando se está en el mejor momento para emprender y buscar los medios para cumplir nuestros sueños. A continuación damos algunas buenas razones​ ​para​ ​creerlo​ ​así.

La infancia es una etapa de descubrimiento y espontaneidad. Ser niño significa poder equivocarse, vivir con menos presión y responsabilidades. Esto permite a los niños disfrutar su tiempo y hacer las cosas que verdaderamente les gustan y apasionan, pues cuentan con el apoyo de mamá​ ​y​ ​papá​ ​para​ ​experimentar,​ ​arriesgar​ ​y​ ​aprender​ ​de​ ​los​ ​fracasos.
● Los niños tiene un margen más amplio de tiempo para fracasar y, por lo mismo,​ ​mayor​ ​tiempo​ ​para​ ​asimilar​ ​y​ ​aprender​ ​de​ ​los​ ​errores.
● Emprender en la infancia implica afrontar miedos e inseguridades. Esto ayuda a desarrollar la autoestima y la autoconfianza, ambas fundamentales para​ ​una​ ​adultez​ ​exitosa​ ​y​ ​feliz.
● Emprender desde pequeños nos ayudaría a comprender que podemos hacer cosas para modificar nuestra realidad. Aprender eso en la infancia nos ayudaría a convertirnos en personas más comprometidas y con una actitud proactiva​ ​frente​ ​a​ ​los​ ​problemas​ ​y​ ​necesidades​ ​de​ ​nuestro​ ​tiempo.
● También nos permitirá definir mejor nuestros gustos e intereses para visualizar a qué nos dedicaremos en el futuro y cuán felices seremos haciéndolo. Identificar pasiones, talentos y sueños lo antes posible y trabajar para​ ​potenciarlos.
● Finalmente, como emprender es una actividad que requiere colaboración y habilidades sociales, hacerlo desde temprana edad permitiría convivir y aprender​ ​de​ ​personas​ ​expertas​ ​del​ ​ecosistema​ ​emprendedor.

Conclusiones

Pero… si ya estas grandecito, emprende de todos modos. Nunca es tarde para empezar a luchar por lo que quieres y vivir de lo que te apasiona. Y si eres niño, ven a​ ​Dekids​ ​y​ ​comprueba​ ​que​ ​estás​ ​en​ ​el​ ​mejor​ ​momento​ ​para​ ​empezar​ ​a​ ​emprender.

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