Prevén en tus niños el riesgo cardiovascular, cada vez más frecuente en este grupo de edad.
Lic. Cecilia García Schinkel, nutrióloga
Las peras son alimentos ricos en vitamina C y en fibra. De la misma manera, las peras son naturalmente libres de sodio, de colesterol y de grasas, incluidas las saturadas, todos los nutrimentos relacionados con la salud cardiovascular. De hecho, en un estudio que evaluó los datos del Iowa Women’s Health Study, los investigadores encontraron que las peras, entre todas las futas y las verduras evaluadas, son las que ofrecen mayor capacidad protectora contra la enfermedad cardiovascular.
Se podría pensar que este beneficio, que explicaremos a detalle posteriormente, es importante para los adultos pero no para los niños. Sin embargo, la nueva evidencia y sobre todo los datos estadísticos más recientes nos muestran que las enfermedades crónicas, que antes creíamos que eran típicas sólo de los adultos mayores de 50 años, que incluyen la diabetes, las dislipidemias, la hipertensión y por desgracia también las enfermedades cardiovasculares asociadas con infartos o embolias, son cada vez más frecuentes en los niños a partir de los 8 años y sobre todo se empiezan a construir o incubar desde esa edad.Las enfermedades cardiovasculares, compuestas por infartos, embolias y otros accidentes vasculares, ocupan la segunda y tercera causa de muerte en México entre los adultos; combinadas, son la primera causa de muerte. Por desgracia las embolias son tanto comunes como frecuentemente letales, según los datos de la Secretaría de Salud.
Enfermedad cardiovascular es un término amplio usado para una serie de condiciones o enfermedades relacionadas con el flujo sanguíneo a través de los vasos, arterias, venas y el corazón. Incluyen a las embolias, que pueden suceder en el corazón, cerebro, pulmones o arterias grandes del cuerpo, incluyendo las de las extremidades, piernas y brazos; los infartos u otras condiciones, muchas veces llamadas “ataques al corazón”. Las grasas que comemos, su cantidad y el tipo, son además de nutrimentos esenciales e importantes para el funcionamiento de nuestros órganos y tejidos, factores que contribuyen a estas enfermedades pues se adhieren a las paredes interiores de las arterias haciendo su luz interior más pequeña y por tanto la circulación es más complicada. Así es como se gestan tanto las embolias como los infartos cardiacos.
De acuerdo con la American Heart Association, son muchos los factores que contribuyen a la enfermedad cardiovascular, incluyendo la dieta, la actividad física, la edad, la genética y hasta el género. Sin embargo, consumir más verduras y frutas puede ayudar a prevenirlas ya que contienen muchos de los nutrimentos y sustancias bioactivas o fitoquímicos importantes, incluyendo el potasio y la fibra, que han demostrado hacer justo eso. Además, y dado que las dietas que incluyen verduras y frutas son normalmente menos concentradas en grasas y menos densas en calorías, tienden también a contribuir al mantenimiento del peso corporal saludable, siendo el sobrepeso otro factor de riesgo cardiovascular.
Pero, y esto es lo más interesante, nueva evidencia también muestra beneficios únicos y especiales del consumo de verduras y sobre todo de frutas blancas como las peras en su tejido interior, en la prevención de enfermedades cardiovasculares. De acuerdo con un estudios que evaluó a adultos suecos, se encontró que el consumo habitual de frutos de tejido blanco interior, en particular las muy ricas y fáciles de combinar peras, demostraron tener la mayor capacidad preventiva de embolias y otros accidentes cardiacos, cuando se les comparaba con otras futas. (Atheroscleroris, 2013).
De la misma manera, un estudio prospectivo que evaluó a una población durante 10 años encontró que el mayor consumo de verduras y frutas de tejido interior blanco, como las peras, se vinculaba de forma positiva con la probabilidad de sufrir un ataque al corazón. En el grupo evaluado de 20,069 varones y mujeres de origen holandés con edades entre 20 y 65 años, a quienes se les monitoreó el consumo de verduras y frutas por color (verdes, amarillo-anaranjado, rojo-morado y blanco) se encontró que la media de consumo de frutas y verduras blancas era de 118g por día, pero que para cada 25g más de frutas de este color (peras) consumidas habitualmente se asociaba a un decremento de 9% en la probabilidad de padecer un ataque al corazón o una embolia. En las conclusiones del estudio se sugiere que el beneficio está asociado con los flavonoides, un tipo de antioxidantes, que contienen las peras en combinación con la fibra soluble, ambos presentes en el tejido interior de estas deliciosas frutas, las peras.
Una porción mediana de pera que corresponde a 100g, aporta flavonoides en cantidades apreciables y el 24% de la recomendación diaria de consumo de fibra, lo que junto y en combinación seguramente con otras sustancias y nutrimentos presentes de forma especial en esta fruta, pueden ayudarnos a todos y especialmente a los niños a prevenir un infarto o embolia y a mantener bajo el riesgo cardiovascular a futuro para garantizar una transición a la vida adulta con mayor bienestar y libre del riesgo de padecer enfermedades crónicas.
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