Pasta de dientes Vo.Bo. Luis Meza y Mónica Genis

Existen pastas que saben a chicle, otras a dulce y algunas nos pican. Todas contienen sustancias que protegen nuestros dientes como aditivos, abrasivos y un detergente para limpiar los dientes. El abrasivo, que puede ser carbonato de calcio, junto con el cepillo ayuda a eliminar las bacterias. El detergente limpia los dientes a la vez que produce una rica espuma.

 Por sí solos, ni el abrasivo ni el detergente son de sabor agradable, para mejorarlo los fabricantes añaden a la pasta de dientes esencia de menta y otras plantas, además de edulcorantes que proporcionan un sabor azucarado. Todas las pastas llevan un pigmento blanco que se usa en pinturas y bloqueadores que aumentan la blancura de los dientes, al menos, durante las primeras horas después de cepillarte.

 Las pastas contienen varias sustancias químicas como la pectina, que también se usa para preparar mermeladas y jaleas, junto con el almidón y los alginatos le dan esa consistencia tan particular. El agente gelificante le da “cuerpo” y hace que no se vuelva líquida al contacto con el agua; los agentes tensoactivos como la glicerina y el sorbitol evitan que la pasta se seque rápidamente cuando está expuesta al aire. El colorante le da una apariencia atractiva, ya que encontramos pastas de colores rosa, azul o verde.

 Las pastas de dientes contienen flúor que protegen el esmalte, que a pesar de ser tan fuerte como el mármol, es vulnerable a las bacterias y a los ácidos que lo van debilitando poco a poco.

 Trata de no tragarte la pasta de dientes, para no afectar tu salud, si no lo puedes evitar utiliza menos pasta.

 No dejes de lavarte los dientes para mantenerlos limpios y sanos y mostrar una bella sonrisa antes del regreso a clases.

Web: www.universum.unam.mx

Redes sociales: Facebook, Twitter

SUSCRÍBETE A NUESTRO BOLETÍN

KIDS EMOTION
Una Revista muy Padre