MI NIÑO NO COME BIEN, ¿LE DOY VITAMINAS?

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En la consulta diaria del pediatra es muy común la queja de las mamás sobre sus hábitos alimenticios y los múltiples esfuerzos que se realizan para mejorar la nutrición de sus hijos y poder decir “mi niño come bien”. Ante esta situación se debe hacer una exploración de los hábitos de alimentación familiar, así como la exploración física en búsqueda de deficiencias nutricionales, peso y talla.

Con frecuencia los niños que no comen bien tienen peso y talla adecuados, así como exploración física normal, sin datos clínicos de deficiencias nutricionales y vitamínicas graves. Muchas veces es sugerido por las mamás el tratamiento con suplementos alimenticios para mejorar el apetito del niño. Dentro de los más utilizados se encuentran los medicamentos llamados “orexigénicos” que actúan a diferentes niveles, los más comunes son la arginina, un componente de las proteínas, la ciproheptadina, que es un antihistamínico que posee como efecto secundario aumento del apetito a nivel del sistema nervioso central. También se utilizan para este fin las vitaminas, aunque no se ha demostrado su eficacia en este sentido.

Los suplementos alimenticios que contienen vitaminas y minerales tienen sus indicaciones  en pacientes con necesidades específicas o con ingestas marginales, por ejemplo niños con malabsorción intestinal o enfermedades del hígado, niños mayores con trastornos de la alimentación como anorexia y bulimia, niños con dietas de exclusión como vegetarianos o con alergias alimentarias específicas, pacientes con obesidad, enfermedad inflamatoria intestinal, y adolescentes embarazadas.  Todavía está en discusión si los niños sanos en poblaciones privilegiadas y dietas adecuadas alcanzan las recomendaciones de nutrimentos solo con la alimentación, por el momento se considera que los niños en edad preescolar cubren sus necesidades sin suplementos alimenticios, pero son requeridos en niños mayores.

Otro campo de estudio son los pacientes en los que se utilizan suplementos alimenticios para mejorar el rendimiento físico y la actividad deportiva, aunque no se ha demostrado mejoría en la eficiencia física se siguen utilizando propiciando consumos superiores a los límites permitidos.

Las indicaciones de suplementos con vitaminas, son entonces en casos en los que se sospeche deficiencia de las mismas, como es el caso de la vitamina A cuya deficiencia puede manifestarse como pérdida del apetito, aumento en la predisposición de infecciones y ceguera nocturna, en México, la deficiencia es frecuente , se reporta que los preescolares y escolares consumen 40-60% de los requerimientos diarios, otras deficiencias frecuentes son las de vitamina D, por falta de exposición a la luz solar por inviernos prolongados, piel oscura, contaminación ambiental  y bloqueadores solares. En algunos países también se ha observado deficiencia de vitamina C y ácido fólico.

En niños sanos la recomendación es mantener una alimentación adecuada con todos los grupos de alimentos, y seguir la indicación del pediatra para la ingesta de suplementos, ya que se puede caer en dosis excesivas de algunas vitaminas, que pueden no ser inocuas.

DRA ALMA DELIA VIVEROS GARCIA

MEDICO PEDIATRA EGRESADO DEL INP

CP 4108499    CED ESP 6249293

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