Mi Hijo No Habla Bien

La adquisición de fonemas en el niño y los trastornos en la articulación

Mi hijo no habla igual que los otros niños.

Las personas no entienden lo que dice mi hijo e incluso en algunas ocasiones ni yo le entiendo.

Mi familia dice que consiento demasiado a mi hijo y por eso no habla correctamente…

¿Te identificas con alguna de estas frases? ¿En alguna ocasión has mencionado una de ellas?

La timidez, actitudes infantilizadas a causa de la sobreprotección, la pereza o lentitud son algunas de las explicaciones que dan los padres de familia al referir la situación y exponer la causa por la cual piensan que su hijo (a) no “habla bien”.

Ante esto, es importante que conozcas que, cuando un niño presenta dificultad en la emisión de los sonidos de algunas letras (fonemas), afectando con ello la pronunciación de las palabras y las frases, (como por ejemplo: cuando quiere decir “casa” pero dice “cata”, cuando intenta pronunciar “por qué” y emite “po-qué”, etc.), presenta un problema o trastorno en la articulación (o también conocido como dislalia).

¿Pero qué es el trastorno de articulación o dislalia? Existen varias definiciones al respecto, algunos autores la definen como un trastorno articulatorio de tipo fonético que tiene una base motora funcional   que no presenta dificultades auditivas ( Massana y Artal, 1997), en concordancia, otros la definen como una alteración en la producción de determinados sonidos debido a dificultades motrices sin que sea detectada alguna causa orgánica, por último; interpretando a Macotela y Romay (1992) el trastorno de articulación o dislalia es la debilidad que presenta el niño para pronunciar correctamente palabras que contengan diversas combinaciones de vocales y consonantes.

Como puedes ver, es necesario estar atentos a cada una de las características que presentan nuestros niños en el desarrollo de su lenguaje, pues no es sólo que el niño no hable bien porque no quiere o porque está consentido, sino porque puede tener dificultades o trastornos en su articulación.

Por ello, es necesario que conozcas algunas características evolutivas en el desarrollo del lenguaje de tu hijo e información importante para que, como padre de familia, apoyes, orientes e identifiques alguna alteración al respecto:

• En primera instancia debes saber que el aprendizaje de los sonidos en los niños se da de manera secuencial, según algunos datos el niño adquiere los fonemas en el siguiente orden:

• Los primeros fonemas que adquieren son /p/, /m/, /b/, /t/, /n/, /k/, /d/ en una edad aproximada entre los dos y tres años de edad. Lo cual podemos observar pues algunas de las primeras palabras que el niño emite son papá, mamá, bebé, etc.
• Posteriormente, de los tres a los cuatro años de edad adquieren los fonemas /g/, /f/, /ñ/, /y/, /j/.
• Después, aproximadamente en la edad de entre los cuatro y cinco años de edad, el niño adquiere la habilidad para articular los fonemas /ch/, /s/, /l/ y comenzar a utilizar este último en combinación con otras consonantes como /bl/, /gl/, /pl/, etc.
• Por último entre los cinco y seis años de edad adquiere los últimos sonidos que son la /r/ en su sonido débil y fuerte, además de su combinación con otras consonantes como son /br/, /dr/, /cr/, /fr/, etc., siendo en esta edad donde los niños alcanzan su maduración.

• En segundo lugar, es fundamental que sepas que cada niño tiene características y habilidades particulares, por lo tanto cada uno tiene variaciones con respecto a su desarrollo, por lo que te sugerimos no realizar comparaciones de tu niño con sus hermanos o compañeros, en este sentido, es importante que tomes en cuenta que la clasificación que nosotros te proporcionamos debes tomarla no como una escala estandarizada y de aplicabilidad general, sino más bien como una guía informativa que puede proporcionarte indicadores que te permitan conocer y poder intervenir en el proceso de adquisición del lenguaje en tu niño.

• También debes saber que, si bien una característica en común por parte de los padres es la preocupación que sienten ante la situación de la presencia de los trastornos en el habla en sus hijos (pues la angustia que les causa que esta debilidad afecte su desarrollo y desenvolvimiento social presente e incluso futuro es una constante que no se puede dejar de lado), no debes dar rienda suelta a la angustia si tu hijo tiene dificultades en su articulación, pues la ansiedad que puedas sentir como padre de familia, es transmitida y percibida por tu propio hijo, causándole desesperación y, por ende, bloqueo y desánimo.

• En este mismo sentido, si tu hijo tiene dificultades en su articulación no debes presionarlo con burlas, correcciones, interrupciones o frases como “habla bien”, “así no se dice”, sino más bien debes enseñarle con el ejemplo, mencionando la palabra o la frase correcta, pronunciando bien los sonidos y gesticulando de tal manera que el niño imite la acción.

Como puedes ver, los niños van aprendiendo los sonidos conforme va aumentando su grado de maduración, por lo que es importante estar muy atento, observar su desarrollo, conocer sus limitaciones y entender su proceso y; al menor indicio de la presencia de algún problema en su articulación, tomar las medidas pertinentes, acudir con algún logopeda o terapeuta de lenguaje para obtener una evaluación inicial y el apoyo necesario para el tratamiento y mejora de tu hijo, pues no es aconsejable que un niño que presenta estas dificultades en el habla, continúe con ellos por más tiempo, pues de la intervención oportuna depende la corrección de los transtornos en la articulación … así que te recomendamos que No te preocupes… mejor ocúpate.

Clínica de Atención Psicológica Integral CAPI