Las vacunas: mitos y realidades
“No hay invento que haya salvado tantas vidas como las vacunas”. Desafortunadamente en los últimos años el desprestigio de esta medida sanitaria por mala información ha crecido y ha influenciado la salud de las sociedades modernas, por eso exponemos algunos mitos sobre este tema:
Las vacunas producen autismo: se presentó un estudio en una revista científica en el cual se demostró asociación entre la aplicación de la vacuna triple viral (Sarampión, rubeola y parotiditis) y manifestaciones clínicas de autismo, posteriormente se descartó dicha asociación por numerosos estudios con más niños y además se demostró que los datos presentados en el primer estudio eran falsos.
Es mejor la protección que generan las enfermedades naturales: Muchas enfermedades prevenibles por vacunación pueden producir secuelas neurológicas o complicaciones graves importantes, como cáncer de hígado ocasionado por virus hepatitis B, retraso mental secundario a meningitis causada por la bacteria Haemophilus influenza tipo b, o malformaciones congénitas en el recién nacido por infección por el virus de la Rubéola durante el embarazo, el precio por no vacunar es demasiado alto.
Las vacunas producen efectos adversos a largo plazo que no están estudiados: Las vacunas aprobadas para su administración a nivel mundial han pasado por varias fases de investigación en las cuales se corrobora su eficacia y seguridad a corto y largo plazo, y los efectos adversos documentados son temporales y sin consecuencias importantes, por lo que el riesgo se ve ampliamente rebasado por el beneficio.
Las vacunas están hechas con mercurio que es dañino: se ha relacionado a los efectos adversos que se producen a nivel de sistema nervioso tras exposición a altas cantidades de mercurio, las vacunas contienen como conservador timerosal un compuesto a base de mercurio que se encuentra en las vacunas en cantidades muy pequeñas y que no representa riesgo de toxicidad.
Es peor la gripa que te da por la vacuna que la enfermedad natural: la vacuna contra la gripe está indicada especialmente en poblaciones de riesgo en las que las complicaciones pulmonares y muerte son más frecuentes, además el virus de la gripe tiene la capacidad de producir epidemias, con lo que la vacuna además de prevenir complicaciones importantes también previene de gastos innecesarios y ausentismo laboral.
Las enfermedades prevenibles por vacunación ya no existen, ya no es necesario vacunar: gracias a la vacunacion se ha logrado disminuir de manera notable las enfermedades en más del 90%, sin embargo de suspenderse la vacunación, existe el riesgo de un repunte de dichas enfermedades que no se han declarado erradicadas a nivel mundial.
Y hay muchos estudios sobre vacunas contra VIH, malaria y otras enfermedades no infecciosas como Alzheimer y artritis reumatoide, así que… no hay pretexto: ¡¡A vacunar!!