La palabra crea realidad: El lenguaje como herramienta para educar personas plenas.

La palabra nos permite expresar quienes somos, lo qué sentimos, queremos,  deseamos,  pensamos… Como lo dice Rafael Echeverría en “Ontología del lenguaje”: El lenguaje crea realidades.
Por ello cuando educamos, la palabra se convierte en una herramienta poderosa;  lo que decimos a nuestros hijos, deja una huella profunda en su ser, influye en su auto percepción, genera creencias importantes… 


 
Una  buena forma de reconocer el poder de las palabras, es mirando hacia adentro, ubicando aquellas frases que nos hicieron creer algo acerca de nosotros mismos:
¿Recuerdas cuando alguien te dijo lo bien que hacías algo? ¿Cuándo te motivaron a seguir adelante? ¿Cuándo alguien influyó tan profundamente en ti con sus mensajes, que realmente creíste aquello que te dijeron? ¿Recuerdas esas palabras que te hicieron llegar justo al lugar en el que hoy  te encuentras?
Ahora bien, ¿Cómo eso que piensas, sientes o crees, está influyendo en ti cuando construyes los mensajes que envías a tus hijos?  ¿Qué les estás diciendo? ¿Qué sientes cuando piensas en lo que les dices? ¿Qué tan consciente eres del poder de tus palabras? ¿Cuáles son las creencias que les estás transmitiendo? ¿Qué tanto los estás fortaleciendo? ¿Realmente estás comunicándote con ellos? ¿Estás permitiéndote escucharlos? ¿Tienes la palabra precisa en el momento justo? ¿Estás diciendo aquello que ellos esperan escuchar para sentirse seguros?
 
Te comparto  algunas ideas para construir mensajes potencializadores.
Habla en positivo. “Si puedes campeón”, “Eres capaz de hacerlo”, “Me hace muy feliz que recojas tu plato”
Plantéale retos que pueda cumplir para que se sienta seguro. “Estoy segura de que puedes leer dos páginas más, ¡anímate!”
Dale alternativas, o mejor, invítalo a que las descubra por sí mismo.
Llévalo al aprendizaje. “Nadie es perfecto, todos nos equivocamos alguna vez, ¿tú qué aprendiste de esto?”
Presta atención a la manera en que planteas las cosas, pues la misma idea puede percibirse de manera distinta.  “No puedes fallar”, (La atención se centra en el no y en el fallar); “Tienes que hacerlo bien”, (Es una imposición, lo hace sentir inseguridad); “Lo harás bien” (Es una idea a futuro);  “Tú lo haces bien” “Eres muy bueno” (Hablas en presente, le transmites confianza, lo empoderas, ¡lo programas al éxito!).
Dale la oportunidad de cubrir sus propias expectativas, hazlo sentir responsable de sus propios sentimientos. Cambia el “Me siento orgulloso por tus calificaciones” por “Siéntete orgulloso del resultado de tu esfuerzo. Me hace muy feliz tener un hijo como tú”.
Observa tus estados emocionales y tu tono de voz. Más vale esperar un poco a estar relajado, que clavar una estaca limitante en su corazón.
 
Ser padre es una aventura maravillosa, que nos lleva al aprendizaje cotidiano. Conversar con nuestros hijos es una oportunidad de disfrutar juntos del paisaje y avanzar hacia la plenitud…

«El lenguaje es uno de los grandes privilegios que tenemos los seres humanos.»

coneduq.org.mx

Yasmín Aguirre.

Licenciada en Comunicación, especialista en Comunicación Educativa.

Coach ejecutivo y de vida, certificada por la ICC de Londres.

claudiayasmina@yahoo.com.mx

SUSCRÍBETE A NUESTRO BOLETÍN

KIDS EMOTION
Una Revista muy Padre