La música y el desarrollo cerebral

El entrenamiento musical iniciado en la adolescencia puede mejorar el procesamiento neuronal del sonido y otorgar beneficios en el desarrollo de las habilidades lingüísticas, de acuerdo con un estudio dirigido por Adam Tierney, de la Universidad Northwestern, Estados Unidos.

A los seis años de edad, el cerebro humano ha llegado al 90% del tamaño que tendrá en la edad adulta. Sin embargo, los años que transcurren desde la niñez a los primeros años de vida adulta están marcados por acontecimientos neuronales sutiles.

La idea de que el entrenamiento musical puede tener efectos positivos en las funciones cognitivas además del conocimiento musical adquirido, ha sido la base de diferentes investigaciones desde principios del siglo XX. Algunas sugerían que estudiar música mejoraba el nivel de inteligencia global y una variedad de habilidades distintas, como la memoria y el aprendizaje espacial.

Esta investigación, publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, tenía el objetivo de entender qué tipo de entrenamiento tenía el mayor impacto en el desarrollo de los mecanismos neuronales que contribuyen a las habilidades auditivas y de lenguaje.

Los investigadores formaron dos grupos de adolescentes y les hicieron pruebas neurológicas poco antes de que iniciaran sus estudios de preparatoria, cuando tenían en promedio 14.7 años de edad, y de nuevo cuatro años más tarde, cuando salieron de la escuela. El primer grupo de 19 personas recibió durante estos años clases de música dos o tres horas por semana, mientras que el segundo grupo, de 21 estudiantes, entró a un programa de entrenamiento militar en el que se hacía énfasis en actividades físicas. Ambas actividades eran parte del programa que ofrecía la preparatoria. El resto del programa académico era idéntico para ambos grupos.

En las pruebas finales, los investigadores observaron el desarrollo normal del cerebro que ocurre en esta etapa de la vida. Sin embargo, los estudiantes que participaron en la formación musical mostraron una acelerada maduración de la respuesta del cerebro al sonido y una mayor sensibilidad a sus detalles, en comparación con los que lo hicieron en entrenamiento militar. Además el entrenamiento musical parece prolongar la ventana de tiempo en la que el cerebro se está desarrollando, lo que podría beneficiar el desarrollo de otras habilidades como el aprendizaje de un segundo idioma. También apoya la idea de que el cerebro de los adolescentes se sigue modificando significativamente, lo que subraya la importancia de su enriquecimiento durante esta etapa de la vida.

Martha Duhne

Web : www.comoves.unam.mx

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