El desarrollo de la coordinación ojo-mano.
El sentido del tacto de un bebé es cada vez más importante: puede reconocer objetos incluso, observándolos como si lo hubiese sentido antes con las manos.
Los bebés descubren sus propias manos como un juguete de desarrollo interactivo cerca de los dos o tres meses de vida.
El desarrollo de la coordinación ojo – mano en los bebés se acerca en la etapa del segundo semestre, crea en sus redes nerviosas habilidades de analizar objetos que encuentra y aprende de ellos, no sería en sí la coordinación mano-ojo sino un reflejo de agarre, a pesar de que el pequeño pueda captar inmediatamente después de nacer por un dedito, pero no es una manera intencional consciente.
Los niños vienen con reflejos innatos que son necesarios para la supervivencia. La mayoría de estos reflejos de presión desaparecen después de unas semanas o meses, esto se debe a que los automatismos congénitos están siendo sustituidos progresivamente por patrones de movimientos controlados. Es a partir de este momento la regulación ojo-mano se desarrolla en el bebé siendo éste capaz de proyectar sus movimientos de manera voluntaria y controlada.
Pero antes de que su bebé pueda sostener algo y participar voluntariamente, debe primero familiarizarse con las capacidades de sus manos y dedos:
- Se lleva los dedos a la boca y los succiona.
- Se lleva una mano a la cara y mira la manera de mover los dedos.
- Apiña sus manos y toca el otro lado.
El desarrollo de captar en los primeros meses de vida:
3° Mes: las manitas están abiertas, el niño agarra las cosas pequeñas que le colocan en la mano. El bebé controla los movimientos y tiene independencia accidental, actitud que podríamos llamar como “agarre táctil” o agarrar por el tacto / posible palpación. Pudiera tener la sensación de que todas las cosas son de la boca-manos, ya tiene movimientos individuales en los dedos de las manos y ya fluyen los primeros juegos con los dedos.
Observamos: el bebé sujeta un juguete apenas lo toca.
4° Mes: en este mes el niño observa un objeto, en concreto interviene activamente. A partir de este momento se fusionan las manos sobre la sesión media, es decir toca con las manos y simultáneamente mira, aquí es donde comienza la coordinación mano–ojo y luego mano-mano. Se desarrolla el primer agarre desde cualquier dirección lateral: suficiente como para darle al bebé un juguete y se dirija a accesos laterales.
Observamos: dejamos el juguete a la vista del bebé, él lo alcanza y luego decide cuando soltarlo.
5° Mes: el acceso a las cosas está dirigido, aumenta la coordinación mano-mano y el tacto ambidiestro, el bebé está preparado como para cerrar la mano firmemente de la madre o tomar el dedo del padre, no necesariamente el bebé tiene que verlos. Incluso reconoce en la oscuridad cosas que ha visto previamente a una luz tenue o si algo emite un sonido. Para dirigirse a agarrar algo no solo ve, sino que toda su percepción juega un papel importante en esta operación.
Observamos: al ofrecerle varios juguetes al bebé, él busca algo con una mano sosteniéndolo y con la otra mano toca el objeto ofrecido.
6° Mes: el reflejo de presión ha desaparecido. Ya pasa objetos pequeños de un lado a otro, lo mueve hacia adelante y hacia atrás, como también generando impresiones de rechazo o preferencia. El intercambio entre las manos requiere interacción: las dos manos-presión-liberación, esto quiere decir que ha desarrollado buena parte de su cerebro. Toma los artículos normalmente con el pulgar y el dedo índice de forma amplia (llamado el agarre de pinza).
A partir de estas distintas percepciones progresivas construyen redes nerviosas específicas en el niño y para sujetar algo desarrolla gradualmente la representación de los objetos, ya que “refuerza” un movimiento de agarre como un paso a la acción.
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