Dieta especializada vs. dieta familiar en los primeros años del bebé

 
 

  • Los primeros 1,000 días del desarrollo humano – desde la preconcepción hasta los primeros 2 años de vida – influyen hasta en un 70% en la salud futura de un individuo
  • Los patrones de alimentación en las madres y bebés mexicanos repercuten considerablemente en la salud, obesidad y enfermedades crónicas en nuestro país

Los primeros 1,000 días del desarrollo humano –desde la preconcepción hasta los 2 primeros años de vida– influyen hasta en un 70% en la salud futura de un individuo. Un estilo de vida saludable tiene el potencial de modificar los genes de las células reproductivas positivamente, los cuales podrían tener un efecto clave en el bienestar de futuras generaciones, ya que inciden en la salud del bebé y reducen el riesgo de enfermedades en el futuro.
Esto toma especial relevancia en México, en donde de acuerdo a la Encuesta de Salud y Nutrición 2012:

  • 3 de cada 10 infantes consumen leche de vaca familiar antes del año
  • (en lugar de tomar leche materna o leches especializadas para su edad)
  • Sólo 2 de cada 10 menores consumen verduras
  • Los niños no reciben suficiente vitamina D
  • Existe un bajo consumo de carne, la cual es fuente de hierro
  • 4 de cada 10 bebés sufren anemia por deficiencia de hierro
  • Existe un bajo consumo de alimento especializado para bebé, contrario a ello, los pequeños ingieren sustitutos inadecuados

De esta manera, es importante que los padres ofrezcan a sus hijos una nutrición basada en alimentos especializados para cada etapa, ya que durante su crecimiento tienen requerimientos nutricionales específicos.
Por lo que la inclusión de alimentos especiales en la dieta del bebé es de gran importancia por 3 razones:

  • La maduración del sistema digestivo del bebé no está totalmente desarrollada en los primeros años, y durante este periodo, los pequeños deben consumir alimentos que el organismo pueda asimilar correctamente. Al mismo tiempo ir estimulando procesos como la masticación, deglución y succión.
  • El desarrollo motriz grueso y fino debe ser estimulado, a través del consumo de diversas texturas desde papillas hasta trozos que requieren mayor masticación y trituración.
  • El cumplimiento de las necesidades nutrimentales elevadas de cada etapa, para así, evitar deficiencias y lograr el óptimo desarrollo del bebé.

La leche materna contiene las calorías y nutrientes requeridos de los 0 a los 6 meses de vida, después de este periodo, es necesario cubrir los requerimientos adicionales de hierro, zinc y vitamina A (entre otros nutrientes clave) a través de los alimentos, empezar a estimular procesos como la masticación y trituración de alimentos, así como empezar a interactuar con otros alimentos adicionales a la leche. Es por eso que existen productos especiales para bebés; como el cereal infantil fortificado (rico en hierro, zinc y vitamina A), las papillas de frutas y verduras (con las texturas adecuadas para cada etapa), las leches en polvo de crecimiento (con los nutrientes que cubran los requerimientos de cada etapa), etc.