Cultivando valores en nuestro huerto.

Por: Ileana Alcocer Castrejón

Coordinadora de Programas de Educación Ambiental en escuelas

Centro de Información y Comunicación Ambiental de Norte América a.C.  (CICEANA)

ialcocer@ciceana.org.mx

La vida en las ciudades nos ha alejado de los procesos e interacciones que se establecen en la naturaleza, dándonos una sensación de inmediatez en todas las esferas de nuestra vida: la comida se ha vuelto rápida, el aprendizaje se hace a través de internet de banda ancha y damos los buenos día a la familia a través de mensajes de nuestros teléfonos inteligentes. El contacto con lo vivo se diluye y nos aislamos de los demás. ¿Por qué nos sorprende entonces que la violencia y la falta de respeto hacia los otros se haya incrementado en nuestra sociedad?

Es necesario construir y promover formas diferentes de entender la vida y reorientar nuestra escala de valores hacia el amor a la vida para revertir el daño generado. En este sentido, el contacto con la naturaleza facilita la sensibilización de niños y niñas hacia la comprensión del mundo del cual forma parte y del que dependemos como seres vivos.

Una de las experiencias que favorece este contacto es acercar a nuestros pequeños a las labores hortícolas: la siembra, el cuidado y la cosecha se vuelven aprendizajes de gran valor en su formación. Nos es gratuito que las parcelas y huertas escolares sean una herramienta de aprendizaje que cada día se vuelven más populares en las escuelas.

A través del trabajo en los huertos escolares, alumnos, profesores y padres de familia se enfrentan juntos, por primera vez, a la responsabilidad de proteger y mantener una comunidad viva y demandante como la que integran las hortalizas. Además de esto, se observa la estrecha relación de estas plantas con otros seres vivos como lombrices, insectos y aves que pueden actuar como sus aliados. Así mismo, tienen la oportunidad de adquirir aprendizajes significativos de manera directa y tangible, reforzando los aprendizajes con todos sus sentidos.

Otros beneficios asociados a la enseñanza en huertos escolares se dan a través de prácticas educativas vivenciales, fortalece la motricidad, observación, pensamiento complejo, así como la percepción en el espacio-tiempo de los fenómenos naturales. El trabajo colaborativo es privilegiado en esta labor y se ha observado cómo el huerto se convierte para los alumnos en un espacio de restauración cognoscitiva, generación de conductas pro-ambientales, además de fortalecer su liderazgo y brindarles reconocimiento ante su comunidad.

Consideramos que la enseñanza en el huerto escolar puede conformar un elemento clave en la reorientación de una política educativa consiente de la vulnerabilidad de nuestro país al daño ambiental actual, sus repercusiones en la soberanía alimentaria de su población y en general, de la construcción colectiva de la sustentabilidad de nuestras comunidades.

Por esto y más, estamos convencidos que los huertos escolares son una de las mejores alternativas para cultivar valores positivos en nuestras nuevas generaciones. ¡Promuévelo en tu escuela!

Web : www.ciceana.org.mx
Redes sociales : facebook , twitter 

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