Aprende en Papalote como hacer un huerto ¡en tu casa!

 A partir de materiales reciclados como cajas de madera, tierra y semillas, más un poco de agua y mucha paciencia, podrás tener al alcance de tu mano frutas y verduras de temporada como fresas, lechugas, jitomates y betabeles.

En la exhibición “Huerto urbano”, que se ubica en la zona México Vivo de PAPALOTE Museo del Niño, los niños conocerán algunas características de la técnica del metro cuadrado como dimensiones y combinaciones de cultivo y descubrirán que pueden tener una gran variedad de hortalizas en un espacio pequeño, en un huerto de estas características se pueden cultivar en promedio 72 plantas en un metro cuadrado.

Se trata de un increíble espacio al aire libre, rodeado de plantas y árboles donde los niños y sus papás o maestros, se dan la oportunidad de descubrir las bondades de la naturaleza y cosechar sus propios alimentos, sin fertilizantes ni agua contaminada.

Además, los huertos urbanos son una iniciativa que tiene un impacto muy positivo en el medio ambiente, incluso contribuyen a reducir los efectos del Cambio Climático. Aquí algunos de los beneficios:

  • Hace que tu casa se vea más bonita y te brinda alimentos.
  • Un huerto pequeño puede absorber algunos gases tóxicos (CO2) y contribuye a estabilizar el clima del planeta.
  • Reducen las islas de calor. La presencia del agua en las plantas y en la propia tierra de cultivo provoca que un huerto absorba el calor, reduciendo los cambios de temperatura.
  • Mejora la calidad del aire. Durante el proceso de fotosíntesis un huerto libera oxígeno.
  • Absorben el ruido. A diferencia del cemento, las plantas consiguen absorber los sonidos.
  • Reduce el riesgo de inundaciones. La tierra es capaz de retener el agua de lluvia.
  • Reduce el desperdicio de alimentos en mercados y hogares. Al tener suministro de alimento directo del huerto, se cosecha únicamente lo que se va a consumir.
  • Aprovechamiento de residuos orgánicos. Los residuos de alimentos y vegetales que generan basura, se pueden transformar en nutrientes para el huerto, a través del proceso de compostaje.
  • Reduce la demanda alimentaria. Muchas personas pueden cosechar sus alimentos y ahorrar dinero.
  • Mayor biodiversidad. Un huerto es un ecosistema, pues las plantas se relacionan con los insectos y entre sí, lo que provoca el desarrollo de plantas y animales locales y así se reducen las posibles invasiones de virus externos.
  • Integración con la naturaleza. Ver una planta, estar cerca de ella y cuidarla nos ayuda a sentirnos mejor.

¡No pierdas tiempo! Visita Papalote Museo del Niño y aprende de volada cómo sembrar tus propios alimentos, y de paso ayudar al medio ambiente.

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