Alimentación al seno materno ¿si o no?

Pareciera que está “de moda” la alimentación al seno materno.

Sin embargo, estamos más bien retomando aquello con lo que la naturaleza nos dotó: leche de humano para el humano, leche de vaca… para la vaca.

Tampoco es que esté en contra de la leche de fórmula, para nada, pero definitivamente salvo casos muy particulares no hay mejor alimento para los bebés que la leche materna.

 Si lo pensamos detenidamente tiene infinitas ventajas: tiene un alto valor nutricio, es libre de bacterias, la temperatura es la adecuada, está disponible en todo momento, favorece el vínculo madre-hijo, y lo mejor es que es gratis.

 Pero no todo es miel sobre hojuelas, no nacemos con un manual sobre como alimentar al bebé. En mi experiencia como madre y doctora, puedo decir que no es una tarea fácil, pero definitivamente vale infinitamente la pena.

Ahora bien, en el camino pueden surgir múltiples dudas, trataré de aclarar algunas ideas erróneas que tenemos alrededor de la lactancia.

  • Mi leche “ no lo llena”. Esto es un sentir bastante común, pero, ¿por qué sentimos que no se sacia? Muchas veces existe la idea errónea de que el bebé debe de comer cada tres horas, pero no es así, la alimentación debe ser a libre demanda lo que quiere decir que debemos de ofrecer la leche materna cada vez que el bebé lo necesite, y eso puede ser cada hora o cada dos o cada tres; hay quienes estarían felices de estar comiendo todo el día.
  • No tengo suficiente leche. El seno materno no es como una jarra que se tiene que llenar primero para que el bebé coma y después de que eso sucede se vacía por completo. La producción de leche obedece a la demanda, en otras palabras, mientras haya succión habrá leche.
  • Con mi leche no está creciendo bien. En general, los niños alimentados al seno materno tienen un crecimiento más paulatino en comparación con aquellos que toman sucedáneos de la leche materna, y daría la impresión de que los primeros son más pequeñitos. Debemos recordar que los niños gorditos no son necesariamente niños sanos.
  • No quiere el pecho. Cuando introducimos de manera temprana los biberones como auxiliares para la alimentación y queremos alternar la alimentación al pecho y la alimentación con biberón los bebés pueden presentar lo que se conoce como Síndrome de confusión (no saben distinguir entre pecho y biberón); la succión que debe ejercer para comer de un o u otro es diferente, es mucho más fácil comer de una mamila si hablamos del trabajo que esto requiere. Pero no es algo incurable, definitivamente tiene solución
  • Como me voy a ir a trabajar es mejor que se acostumbre a ya no tomar pecho. Actualmente la gran mayoría de las madres son trabajadoras, y el regreso al trabajo es inevitable, pero no quiere decir que el trabajo sea incompatible con la lactancia. Es solo cuestión de organización, hacer un banco de leche en casa al menos 15 días antes de regresar al trabajo, y posteriormente aprovechar la hora de lactancia que la mayoría de los empleos ofrece por ley para hacer extracciones de leche así como aprovechar el tiempo que se está en casa para la mantener la alimentación.

 Estas y muchas otras cuestiones pueden surgir en el camino, pero no estás sola, apóyate en tu pareja y acércate a tu pediatra de confianza.

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