El juego: el trabajo de la infancia
El juego es muchas veces considerado una actividad importante, pero complementaria para el niño, sin embargo, no solo resulta vital dentro de sus vidas, es considerado como una etapa de desarrollo necesario e indispensable en la edad preescolar, puesto que estimula aspectos como: personalidad, atención, pensamiento, imaginación, creatividad, control motriz, lenguaje, etc.
A nivel escolar, los países que ocupan los primeros lugares de educación en el mundo, basan sus modelos en actividades lúdicas, puesto que esto les permite manipular y entender el entorno, favoreciendo la interiorización de conceptos abstractos.
A nivel terapéutico, existen muchas propuestas que lo incluyen dentro de sus metodologías, por ejemplo, en Psicología se maneja la terapia de juego como un facilitador para ayudar a expresar emociones y manejar conflictos, en la Comunicación Humana se emplea el juego simbólico como un medio para favorecer procesos cognitivos, etc.
Uno de los abordajes más importantes definitivamente es el que proviene del hogar. Jugar con nuestros niños genera un espacio seguro y de amor en donde pueden fortalecer el vínculo emocional entre todos los integrantes, conocer sus emociones, necesidades y las inquietudes que presentan.
Permitirles a nuestros niños espacios de juego es otorgarles la posibilidad de aprender y crear lazos de una manera divertida. A menudo pensamos que todo lo que se refiere al tema de aprendizaje tiene que ser traducido a horas de estudio en un escritorio, repetir planas y memorizar una serie de conceptos irrelevantes para su vida cotidiana. ¿Qué pasaría si por un momento rompemos estos paradigmas? ¿Qué impacto generaría?
Si estás dispuesto a tomar el reto, te damos algunos consejos:
Dentro de tu día a día destina un momento específico para jugar: es el trabajo más serio que puedes tener con tu hijo
Recuerda que siempre se tiene la edad perfecta para jugar
Atrévete a ser niño: no pienses como adulto, sal de la rutina y permítete fluir
No juegues a que juegas… ¡JUEGA!
Déjate sorprender y disfruta al máximo cada momento
Explota tu imaginación, no hay reglas.
No existe el juego perfecto: créenlo y háganlo perfecto
Prueben juegos donde no utilicen la tecnología: aprovechen los juguetes y materiales que tienen en casa, no es necesario gastar
Involúcrate y comparte ideas, pero no controles
Imprímele a cada momento todo el amor del cual seas capaz
Y recuerda, en tus manos tienes una de las herramientas más poderosas para trascender en el corazón y memoria de tu hijo: el juego.